Facilitador del Taller de Jugar a la Batalla
Frédéric Filiatre
Francés. Cuando era pequeño estaba fascinado con Bruce Lee. Quería ser a la vez monje shaolin, ninja y samuraï.
Finalmente se convirtió en músico. Pero nunca dejó las artes marciales.
Empezó con el judo a
los 7 años, siguió con el karate y se quedó con el aïkido.
Muy interesado en la energía del cuerpo estudió tambien el
chi kung.
Considera las artes marciales como un juego, un aprendizage
existencial lúdico.
Es más que una práctica de la lucha, es un camino para encontrar la paz y
la salud.
"Para jugar conmigo y juntos, no falta necesariamente tener
un cinturón negro de algo, justo saber caminar y levantar un brazo.
Tampoco querer aprender a defenderse de los villanos o a
matar una mosca con dos palillos de comida china.
Justo querer divertirse con la energía y el baile de los
movimientos marciales.
Jugar a
la batalla con buen humor, sin violencia."
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